La aceptación y el respeto que tenemos hacia nosotros mismos es, sobre todo, el resultado de hábitos aprendidos. Tu ejemplo y tus palabras pueden cambiarle la vida a tus niños.
Tus padres lo hicieron lo mejor que pudieron, pero quizá no contaban con las herramientas suficientes para ir más allá, quizá no sabían que además de la tabla periódica, aprender a quererte podía potenciar tus habilidades. El amor propio es clave para el desarrollo humano.
Es el punto donde confluyen el cuidado emocional, mental y físico, el juicio positivo, la práctica del agradecimiento y la toma de decisiones asertivas. Los niños desarrollan la capacidad de quererse en relación a lo que ven, escuchan y sienten.
El amor propio es una construcción que inicia en la infancia, en la familia, ahí es donde, como bien afirma Mario Guerra, “no aprendemos cómo somos, aprendemos cómo nos ven”1.
Así es que, sin importar qué tan fácil o difícil resultó para nosotros incorporar el amor propio, tenemos un compromiso grande con nuestros niños y con su desarrollo escolar, personal y, eventualmente, laboral.
¿Cómo puede una persona amar a otra si no se ama a sí misma? El amor propio no es innato, por eso te comparto una lista con algunas de las formas más sencillas para inculcar la autoconfianza en nuestros hijos, sobrinos, en cualquier pequeño.
¿Cómo enseñar a los más pequeños sobre amor propio?
- Evita las críticas. El niño está aprendiendo quién es, sin embargo, los adultos solemos ponerles etiquetas, estereotiparlos hasta que los convertimos en una pequeña versión de nosotros mismos. No funciona así.
- Fomenta la práctica de deportes. Resulta clave que los pequeños se fijen objetivos y que sepan que, los consigan o no, su esfuerzo vale la pena. Gestionarán sus emociones y así fortalecerán el amor propio.
- Evita decirle qué hacer. Mejor ayúdalo a razonar acerca de sus opciones, los pros y contras de cada una de ellas. Hazle saber que confías en él y que es capaz de tomar sus propias decisiones (y de asumir sus consecuencias).
- Evita la comparación. No lo pongas en contra de quienes más quiere. Muchos padres cometen el error de enfrentar a sus hijos, no tiene ningún sentido. Cada uno de ellos es único y no necesita demostrar nada a nadie.
- Predica con el ejemplo. Si tus niños te escuchan quejarte de tu aspecto, de tu peso, si dices cosas como “¡qué tonto!” o si te la vives hablando mal de los demás, podrías estar dañando seriamente su autoestima.
Aunque la inseguridad, la soledad y el miedo son completamente naturales en algunas etapas de la vida, una formación sólida en torno al amor propio puede ayudarnos a sobrellevar las altas y bajas propias de la vida. Es el mejor regalo que puedes darte y darles a tus hijos.
[1] Guerra, M. [TEDx Talks]. (noviembre de 2015). Desencajar el pensamiento | Mario Guerra | TEDxCalzadaDeLosHéroes [Archivo de video]. Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=X3_cl-lPYwk&feature=emb_title
